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Los 10 errores más comunes al preparar tu líquido longfill
Evita los errores más comunes al preparar tu líquido longfill y consigue una mezcla perfecta a la primera. Guía clara para no fallar en la dilución, la nicotina o la maceración.


Preparar un líquido en formato longfill es sencillo, pero cometer un pequeño error puede afectar el resultado final. Ya sea por falta de experiencia o por descuidos habituales, hay fallos que se repiten con frecuencia cuando mezclamos nuestros propios líquidos. En este artículo repasamos los diez más comunes para que puedas evitarlos desde el primer momento.
1. No ajustar la proporción de VG/PG según tu dispositivo
Uno de los errores más frecuentes es preparar la mezcla sin tener en cuenta el tipo de dispositivo que vas a usar. No es lo mismo vapear en un pod con una resistencia de 0.8 ohm, que en un kit de vapeo de alta potencia. Los pods funcionan mejor con mezclas más fluidas (menor proporción de VG), mientras que los kits más potentes pueden trabajar con líquidos más densos (más VG). No adaptar esta proporción puede afectar al rendimiento del dispositivo y provocar fugas, caladas secas o pérdida de sabor.
2. No calcular bien la cantidad de nicotina
Al preparar la mezcla, hay que tener claro cuántos miligramos de nicotina quieres en tu líquido final. Confundir miligramos con mililitros, o equivocarse con los nicokits, es un error habitual que afecta directamente a la experiencia final cuando vapeamos.
3. No añadir la nicotina al principio de la mezcla
Un error frecuente es dejar la nicotina para el final, cuando la botella ya está casi llena. Esto puede provocar que no quepa toda la cantidad necesaria o que se derrame al intentar corregirlo. La mejor forma de evitarlo es añadir primero los nicokits, de esta manera te aseguras que el espacio restante es para la base.
4. No agitar la mezcla de forma adecuada
Una vez añadido todo, hay que agitar la mezcla durante al menos 30 segundos. No vale con mover un poco la botella. Si no se agita bien, los ingredientes no se mezclan del todo y el sabor no será uniforme.
5. Vapear sin dejar reposar el líquido (sin maceración)
Hay aromas que mejoran muchísimo después de unos días de reposo. Saltarse el tiempo de maceración puede hacer que el sabor te parezca plano o químico. Aunque algunos líquidos frutales se pueden vapear al momento, los postres, tabacos y cremosos suelen necesitar entre una y dos semanas.
6. Añadir la nicotina si vas a dejar macerar durante semanas
Si vas a dejar un líquido en maceración durante mucho tiempo, es mejor no añadir la nicotina en el momento de prepararlo. La nicotina tiende a oxidarse con el paso del tiempo, lo que puede afectar al sabor y al color del líquido. Lo recomendable es dejar macerar el aroma con la base y añadir la nicotina unas dos semanas antes de empezar a vapearlo. Así mantienes la calidad del líquido y evitas una posible degradación.
7. No revisar si el aroma contiene edulcorantes como sucralosa
Hay quienes prefieren evitar la sucralosa porque acorta la vida útil de las resistencias o simplemente por gusto personal. Si eres uno de ellos, asegúrate de mirar la composición o preguntar antes de comprar.
8. No anotar la fecha de mezcla si tienes varios líquidos
Las botellas longfill ya vienen etiquetadas, por lo que es fácil saber qué contiene cada una. El problema surge cuando tienes varios líquidos preparados o una “vape-despensa” en casa: si no apuntas la fecha de mezcla, es fácil olvidar cuánto tiempo llevan macerando. Añadir una simple etiqueta con la fecha o escribirla directamente en la botella ayuda a saber cuándo están listos para vapear y en qué orden consumirlos.
9. Guardar los líquidos expuestos al sol o al calor
Tanto la luz como el calor afectan negativamente a los líquidos de vapeo. Guardarlos en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa es fundamental para conservar el sabor y evitar posibles degradaciones.
10. Creer que todos los aromas se preparan igual
No todos los aromas tienen la misma concentración ni evolucionan igual con el tiempo. Algunos necesitan más base, otros menos maceración. Seguir las recomendaciones del fabricante y consultar las fichas técnicas de cada producto pueden ayudarte a afinar la mezcla.
Preparar un longfill correctamente no es complicado, pero conviene tener en cuenta estos detalles para evitar errores que pueden arruinar el resultado. Con un poco de práctica y orden, conseguir una mezcla bien equilibrada está al alcance de cualquiera.
Si tienes alguna duda, puedes contactar con nuestro servicio de atención al cliente antes de preparar tu mezcla.
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